Todos hemos sido pequeños y hemos sentido esa punzada de nerviosismo, mezclada con ilusión, en el estómago cuando enviábamos nuestra carta a los Reyes Magos (en mi caso, las burritas que pasan por Alcoy eran las encargadas de llevársela a sus Majestades de Oriente). En ese momento, anhelábamos que llegase ese día en el que recibiríamos muchas cosas de las que habíamos pedido. ¿Quién no ha visto (y envidiado), ya siendo adulto, ese brillo en los ojos de los niños cuando se acerca la fecha?

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Por eso, hoy os traigo una iniciativa a la que me han invitado esta semana y que me ha parecido que merecía ser compartida. Consiste en hacer de Reyes Magos de niños que no lo han tenido fácil en la vida (niños que viven en centros de acogida, con sus madres en la cárcel, etc.) y también de ancianos a los que, tal vez, les toca pasar estas fechas tan señaladas en soledad.

¿Cómo funciona?

Inscríbete en la página web www.reyesmagosdeverdad.org y recibirás la carta de alguien que lo tiene complicado para tener su regalo. Y a partir de ahí, tú decides con qué quieres iluminar su Navidad.

Y como aquí estamos para llenar el mundo de libros, ¿qué mejor que, además de regalarle algo de lo que haya escrito en su carta llevarle, por ejemplo, ese cuento que era tu favorito cuando eras pequeño? Y es que, como además las organizadoras te dan la opción de entregarlo en mano, podrás pasar un rato con esa persona y leer ese libro juntos.

A mí, personalmente, me ha parecido una forma fácil de repartir sonrisas, sobre todo en esta época que parece que todos destilamos optimismo y ganas de compartir por todos los poros.

¿Te animas a ser el Rey Mago de alguien?